martes, 27 de mayo de 2014

El mundial de fútbol en Gavá



El otro día, hablando de fútbol, recordábamos el mundial del 82.

En ese año, gracias al mundial, al campo de fútbol de Gavá le pusieron alfombra verde.
Sí, es cierto, durante ese verano, pudimos disfrutar de un campo de césped.

El motivo fue, que una de las selecciones venía allí a hacer sus entrenamientos.

Siempre he pensado que fue la selección española la que teníamos en Gavá. Mis hermanos mayores, me lo decían, seguramente para que me lo creyese, o tal vez por desconocimiento.

Después de los años, algún amigo, me ha confirmado que realmente, fue así. Que hubo una selección en nuestro pueblo, pero no la española, sino la italiana. Y como anécdota, que, a los pobres, les robaron.

Anda que....

Bueno, pues.... debieron de entrenar muy bien porque consiguieron ser 


!!!CAMPEONES DEL MUNDO!!!



viernes, 23 de mayo de 2014

El Chorro de la Sentiu



Allá por los años 80, siendo yo una niña, iba con mis padres y mi hermana, una vez a la semana a por agua al chorro de la Sentiu.

Nosotros le llamábamos así: El Chorro.

Por la carretera de La Sentiu, al llegar a dónde está ahora la urbanización del mismo nombre, te apartabas a la derecha por una carretera, hasta que llegabas a una cadena donde empezaba un camino de tierra. Allí dejábamos el coche y cargábamos con 4 o 6 garrafas de cristal, de aquellas que tenían una funda de plástico duro para poderlas transportar. Y después de unos pocos cientos de metros, llegabas a la fuente. Al Chorro.

El agua cristalina de la montaña, aparecía en un chorro continuo a través de una tubería y descargaba su flujo en un estanque.

Recuerdo que mientras mis padres hacían cola para llenar las garrafas, mi hermana y yo mirábamos cómo los renacuajos que vivían en aquel estanque, nadaban entre las algas y semana a semana observábamos cómo se convertían en ranas...

Autora: Mabel Arroyo
Edición: Recuerdos de Gavà



miércoles, 21 de mayo de 2014

Mi juventud en Gavà

Qué página más entrañable !!

A mí me empujó la vida hasta Gavá en 1976, entonces tenía 16 años, y viví en este pueblo hasta los 23, en 1983 año en que me casé y me fui a vivir a Sant Vicenç dels Horts. Siete años..., sin duda una gran etapa de mi vida, sino la mejor.

Estudié en el Instituto Nuestra Señora de Brugués (entonces se llamaba así) los cursos de BUP 2º y 3º y COU del 76 al 79 y recuerdo cómo me gustaba cruzar la estrecha calle que separaba el Instituto del "Bar Silvia" para meterle un duro a la máquina de música que allí tenían y escuchar "Show Me The Way" del Peter Frampton y "Come And Get Your Love" del Roger Daltrey de The Whoo en compañía de los amigos. Ouah !! cómo me emociona tan sólo la imagen difusa en mi cabeza.

Recuerdo también el "Pub Bla Bla", la discoteca "Rocky", el "Discóbolo" una tienda de discos donde la amistad me permitía pasar horas en la cercanía de la música que estimulaba mis sentidos y enfrente el "Jet 10" un bar musical tranquilo donde pasé muy buenos ratos, también me gustaba mucho ir los Domingos a mediodía a la Granja Sant Nicasi, a terminar de quitarme de encima el resacón del Sábado-Noche, y jugar unas partidas de ajedrez con Manuel Francisco que era el dueño entonces y también amigo. 
Recuerdo a Montse Llop, Ana Puente, Juanjo Avilés, Francisco Rísquez, Nieves Barea, a Carlos, Florentino, Gloria, Sisto.... tanta y tanta gente. Y todos con añoranza porque desgraciadamente, y seguramente sólo atribuible a mi ignorancia social de entonces, perdí el contacto con todos y todo, cegado por las nuevas circunstancias que rodearon mi vida al final de aquella etapa mía.

Quizá por eso existe en mí como cierta sensación de haber dejado algo pendiente en este pueblo.

A modo de brindis por aquellas vivencias dejo aquí este enlace para que sea la música quien sirva de homenaje a las gentes y a los lugares que abrigaron mi vida en Gavá aquellos días. Salud y suerte para todos y que suene la música !!


Autor: Manuel Avalos
Edición: Recuerdos de Gavà




martes, 20 de mayo de 2014

Barbas y bigotes

En la época como la que estamos en estos días, de campaña electoral, para los niños como nosotros que no teníamos ni voz ni voto, los carteles que "adornaban" las paredes de nuestra ciudad, no eran más que ocasiones para dar libertad a nuestra imaginación artística....

Con rotulador en mano, cambiábamos el aspecto de esos señores sonrientes que pedían el voto, no sabíamos para qué.

Unas gafas, para los que no ven, un bigote y una barba para esconder su cara, o un diente mellado para que dejaran de sonreir...






lunes, 19 de mayo de 2014

En la vía del tren

Con la oreja pegada en el raíl de la vía del tren, esperaba impaciente y nervioso que la vibración me anunciara que el tren estaba cerca.
El miedo a equivocarme, me hacía levantar la cabeza y mirar con mis propios ojos que, de verdad, no venía ningún tren.
Mis amigos y yo, ya habíamos colocado en fila dos o tres latas y cuatro o cinco monedas en el hierro infinito.

No debíamos esperar mucho. El sonido traqueteante por fin nos avisaba de que el tren llegaba ya. Y entonces nos separábamos de las vías y esperábamos con la mirada fija en las latas y monedas que habíamos dejado.

El sonido seco al pasar por encima, nos decía que ya habíamos conseguido las planchas redondas metálicas.

Las latas aplastadas no las usábamos. Sólo las poníamos ahí por diversión. 

Las monedas se convertían, después de hacerles un agujero en medio, el mejor de los topes para la cuerda de mi peonza.



viernes, 16 de mayo de 2014

La Blasa

En una cueva, al lado del campo de fútbol, vivía la Blasa.

Su única compañía eran sus perros. Y su botella de vino.

No recuerdo haberla visto nunca, pero su fama se extendía por toda Gavá.

Mujer delgada, de mal carácter, ya mayor. Espantaba con su vara a todo el que se acercaba a menos de 10 metros de su casa.

Los niños de la época, pensando que se trataba de una bruja, le insultaban y tiraban piedras. Y ella, como si de un juego se tratara, los espantaba y corría detrás de ellos.

Frecuentaba el Bar Ramblas donde siempre le fiaban un vermut casero.

En su juventud, había sido una mujer muy atractiva. Dicen los que la conocían (o tal vez no), que había ejercido de prostituta.

Hubiese estado bien, haber podido escucharle. Con toda seguridad, sus historias, llenarían las hojas de un libro.

Muchas veces la incomprensión, aísla a las personas.

Murió sola.






Y si queréis saber lo que me contaron después....

LA BLASA: PARTE II

miércoles, 14 de mayo de 2014

El carrito de los helados

¿Quién no se acuerda del hombre de los helados y su carrito?

Era muy parecido a este:




Cuando venia a las casitas, en verano, todos los niños salíamos a su encuentro y cuando
estábamos frente a él nos quedábamos con la boca abierta deseando que abriera unas de
sus tapas de aluminio y ver los helados y olerlos.
El heladero entonces nos preguntaba:

-¡Chicos! ¿tenéis dinero?

Y nosotros le decíamos que no...
Él nos miraba muy serio y nos decía:

-Pues ir a vuestras casas y que os den.

Nosotros corríamos hacia nuestras casas gritando:

-Mamaaaaaaaaaa, ¡quiero un heladooooooooooooooo !

Cuando llegábamos frente a nuestra madre que estaba lavando en un barreño con una
tabla de lavar,nos miraba, se secaba las manos en el delantal y muyyyyyyyy despacito,
como si fuéramos tontos, (eso sí, con las manos en jarra), nos decía:

-A ver chicos, ¿vosotros os creéis que vuestro padre y yo tenemos una fábrica de hacer
dinero?. - Jejejeosotros agachábamos la cabeza muy tristes; pero mi madre que era muy lista entraba
en la casa y en un momento nos preparaba una jarra de “Tang” sabor naranja y pan con
chocolate y nos íbamos a jugar tan felices.

Aún me acuerdo de, que algunas noches, me quedaba en vela a ver si oía aquella dichosa
máquina de hacer dinero ¡jajaja!.

Todo hay que decir que siempre me quedaba dormida en el quicio de la puerta. Pero a
veces teníamos suerte y nos daban dinero para comprarnos el helado y con el cucurucho
en la mano me sentaba en el escalón de la puerta y derritiéndose en mi mano, por la
calor que hacía entonces, era la niña más feliz de Gavá. Eso si no venía unos de tus
hermanos y señalándote el cielo con el dedo, te decía

-¡Mira!, un elefante.

Y yo caía como una tonta y cuando te dabas cuenta le había metido un lametón al helado,
que sólo te quedaba la galleta.

¡¡Jajajaja!!


Fuente: Chus Pascual Pérez
Edición: Recuerdos de Gavà

El Churro

Churro, mediamanga, mangotero... adivina lo que tengo en el puchero!!

Después del cole, en la calle, muchas tardes jugábamos al Churro.

Cuando te tocaba parar, la posición de la pared era la mejor. Aguantabas la cabeza de tu compañero y podías ver como se lanzaban los del otro equipo. El primero salía corriendo desde diez metros y cuando llegaban a donde estaba el último agachado, pegaban un salto y si era de los buenos, podía llegar hasta el primero, casi, casi a donde estaba yo.

Después salían los demás y cuando todos estaban montados sobre las espaldas de los míos, comenzaba....

Churro, mediamanga, mangotero... adivina lo que tengo en el puchero!!!!

Entonces uno de los de enmedio gritaba:

-Contesta ya!! que me hundo!!!!

Y si la cabeza que yo aguantaba, decía la respuesta buena, nos tocaba saltar a nosotros. Pero si no lo adivinaba o alguno se hundía, nos tocaba parar otra vez....

Que bien lo pasábamos....

Todo iba bien, mientras no se me ocurriera chivarle con las manos a mi amigo la respuesta, y alguno del otro equipo se diera cuenta de la trampa...



lunes, 12 de mayo de 2014

Nuestra querida Gavá

Desde Can Tintoré a la playa.
Desde el campo de fútbol al cementerio
Desde las Farreras a la Roca.

Gavá es mi ciudad.

Si contara los pasos que he hecho subiendo y bajando su rambla, necesitaría más de siete cifras.

Si contara las vueltas de reloj mientras paseaba por el parque de la Torre Lluch ....

La Iglesia de San Pedro. San Nicasio. La Plaza Cataluña.

La Illa, la Diagonal....

El mercadillo de los martes...

La Feria de los Espárragos...

Y tantos y tantos recuerdos que van llegando a mi mente.

NUESTRA QUERIDA GAVÀ