- En los años 60 las neveras, como las conocemos hoy, no existían. En su lugar, teníamos en casa la fresquera. La fresquera era un armario, no eléctrico, con cierto aislamiento, para conservar los alimentos fríos. Para lo cual, se compraba hielo a la medida del mueble.Pues bien, recuerdo un personaje, vecino mío de la C/ Trabajo, de la familia Guerrero, de Murcia, que se dedicaba a la venta ambulante de hielo. Lo hacía con un motocarro ISO.Cada día pasaba calle por calle. Llevaba barras de hielo de aproximadamente un metro, y con una guillotina lateral con dientes, cortaba un trozo según la necesidad del cliente.El proveedor de hielo era la famlia Navarro, en La Illa, concretamente en la C/Martirs del Setge de 1714. Allí estaba la fábrica de hielo, en el pasaje que se entra por la C/ de la Mercé.Mi abuelo también adquiría el hielo en esta fábrica para hacer helado que vendía por todo el pueblo.La historia de mi abuelo ya la conté, y lo podéis leer aquí:Siguiendo con la família Guerrero, recuerdo que ese señor que repartía hielo, fue uno de los primeros en vender butano. También me viene a la memoria las veces que, por echarles una mano en, la descarga de "tochanas", nos daban unas pesetas. Y ese día se convertía en una fiesta para mí y mis compañeros.Era una gran familia. Fueron los primeros en tener televisor. Y en verano, la ponían en la puerta, y los vecinos, cada uno con su silla, convertíamos la calle en un improvisado cine de verano.
Fuente: Juan Cortés FerréEdición: Recuerdos de Gavà
martes, 30 de septiembre de 2014
martes, 2 de septiembre de 2014
Las dos tetas
Seguramente algún geólogo nos podría decir el nombre oficial de estas montañas, pero creo que si digo "Las dos tetas" todos los que viven o han vivido en Gavà y alrededores, sabrán el lugar al que me refiero.
Y es que... Las dos tetas, es parte de nuestro paisaje. Si miras hacia la parte alta de la ciudad, siempre aparecen allí. Como dos guardianes eternos.
Aunque no están en nuestro pueblo, quien de nosotr@s, no ha ido de excursión allí. Montados en la BH, o la Orbea, o a pie con la familia, subíamos por los caminos hasta la fuente del Laurel y allí nos refrescábamos con el hilo de agua que salía.
No hace falta decir el porqué del nombre.
Recuerdo en una ocasión que nevó lo suficiente y se podía ver cómo la cumbre se había teñido de blanco. Había gente, en el barrio, que entre risas decía:
-Mirad!!! Se le ha salido la leche!!!
Y es que... Las dos tetas, es parte de nuestro paisaje. Si miras hacia la parte alta de la ciudad, siempre aparecen allí. Como dos guardianes eternos.
Aunque no están en nuestro pueblo, quien de nosotr@s, no ha ido de excursión allí. Montados en la BH, o la Orbea, o a pie con la familia, subíamos por los caminos hasta la fuente del Laurel y allí nos refrescábamos con el hilo de agua que salía.
No hace falta decir el porqué del nombre.
Recuerdo en una ocasión que nevó lo suficiente y se podía ver cómo la cumbre se había teñido de blanco. Había gente, en el barrio, que entre risas decía:
-Mirad!!! Se le ha salido la leche!!!
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